¡Nada a interpretar ni a significar, pero mucho a experimentar!. Deleuze / Guattari "Rizoma"

viernes, octubre 28, 2005

Citarse fuera de casa

Tanto se ha dicho de la convivencia y el amor bajo el mismo techo que ni da ganas de comentarlo otra vez, pero que levante la mano el que no haya tenido días grises en medio de la rutina levantarse-laburar-salir-llegar-comer-acostarse. Claro que cada una de esas palabras tiene sus matices, pero son básicamente un esquema que se mantiene. Como con mis listas, tiendo a ordenar todo en categorías, poner fechas, "luchar contra el caos", y me hace bien, obsesivamente claro, pero a la larga me aburro. Como decía Lol parece que no hay cosa que nos venga bien.

Y así todo, viviendo en la cuadrícula de una agenda preasignada, si hay algo que está buenoes romper la combinación férrea a la que se acomodan mis días con un toque de movimiento.

¿Blog = Libro de autoayuda?
Sí, puede ser, pero sin una noche como la de anoche no sé cómo seguía con todo lo que queda hasta fin de año.

Y sí che, a veces, el amor es lo más.

pd: rumbo a un verano en modo susanita, sobre todo ahora que JP y M se están por casar y vamos a ir todos los amigos con fiebre de glamour -lo dijo no blogo- a su boda al atardecer a llorar y reír y ver la felicidad ahí cerquita por un rato.

miércoles, octubre 26, 2005

leer y corregir

Ayer corregí casi once horas seguidas, o más, con un intermedio de reunión con jefe en la oficina y una clase de dos horas que di a la tarde. Cuando volví a casa a las 23.30 seguí corrigiendo un poco más. Mi novio leía y en un momento me dijo "a ver, dame algo que hayas corregido", le di un cuento muy marcado, muy anotado, con mi obsesividad expresa. Lo miró y me dijo "estás canchera con esto". Me lo dijo con admiración y en un tono de reconocimiento, lindo.
Pasó un ratito y me volvió a hablar: "el único problema que veo es que habiéndote vuelto tan grosa corrigiendo cada vez estés escribiendo menos y que a la larga no escribas nada nada nunca más" y no contento con eso acotó: "es el karma del crítico".


Y a mí me salió pensar "crítica no, en todo caso profesora" pero era tonto decirlo porque él se refería a otra cosa. Además: yo tengo el mismo miedo.

viernes, octubre 21, 2005

Una notita al pie

En el metablogueo también me dije "no escribir posts largos" pero me quedé con algo.

Además de la extrañeza del conocer y no conocer, me agarra como una paranoia cuando pienso que algo se va a terminar, algo como "sé que tiene razón y al final no voy a leer más blogs pero no quiero no quiero, mejor que no se termine". Eso es en los días Y, en los de no escribir, en los días X pienso en que mejor nada termine.

blogueando y metablogueando

Un amigo me dijo el miércoles en una reunión de elinterpretador que "esto de los blogs tiene máximo 12 o 48 meses de vida COMO MÁXIMO". Lo dijo así, con esas dos cifras anuales sin decir que eran años, y con un énfasis casi deseoso en las palabras finales.
Cada dos o tres días pienso en terminar este blog y me prometo no colgarme con los blogs ajenos. En los intermedios quiebro la promesa, escribo alguna bolu-cosa o reescribo algo perdido, y acá estoy blogueando y metablogueando, leyendo los diarios de amigos y de desconocidos y reconociendo que en un cien por ciento de los casos los que más me fascinan son aquellos en los que no conozco a ninguno de los personajes que aparecen descriptos.
Es raro, pero me encanta creerme eso de la solidaridad espontánea en la red. No tengo ganas de pensar que la gente al final funciona igual en todos lados. Tuve mi época -sí, soy nerd, ya sé- de adicta a "foros". Y lo voy a decir para contrarestar mi puanisismo constante. Mi foro era el de los patinadores , todavía soy Nessie ahí, debe haber fotos y todo. Todavía patino, y cuando puedo veo a los locos del foro. (Y sí, una tiene sus rarezas) Luego de unos años se terminó, pero al principio era todo magia, magia de nerd sentado en su pc, pero una pequeña magia que me llegaba: "ahhh, fulanito me mandó un mensaje, qué lindo". Sí, claro, Pablo el lingüista tenía razón, era un chabón que me tiraba onda. Pero repito ANTES, antes de verlo, cuando eran solo palabras, mensajes de gentes nuevas, avatares, fotitos y cosas que no conocía, extrañamente todo eso me daba una sensación "comunitaria" tan falsa que la sentía muy real.

miércoles, octubre 19, 2005

Mucho trabajo... alusueños #2

Me acosté boca arriba muy nerviosa y tuve que pensar en una canción hasta poder dormirme. Estoy muy nerviosa ultimamente, demasiado para hacer, y muchas dudas sobre la capacidad para hacerlas. Pocas horas pero igual necesito dormir. Para relajarme, canté en silencio Come away with me con la voz de Norah Jones ciento veinte veces, hasta que me escuché a mí misma diciendo: I’m gonna wake up....

Sentí que me hundía, la espalda contra el colchón y la goma espuma abriéndose a mi paso. Hacia abajo, al pozo. Caía, caía, caía. Las manos de alrededor tratando de sostenerme pero sin poder y unos segundos después de la quietud seguía cayendo. Esos momentos de STOP eran peores que nada, creía que podría llegar a parar, pero no. Y hacia abajo.
Yo sabía que allá al fondo estaban los duendes. Y sabía que los duendes no eran como el amigo azul y rosa de She-ra o los osos de Goomilandia. Eran feos, con berrugas, con dientes podridos y con unas voces agudas insoportables que usaban para hacerte escupir sangre de las orejas. Lo sabía aunque nunca hubiese estado ahí.
Sabiendo que tenía que escapar, deseando cambiar la dirección del movimiento, iba cayendo y alrededor todo era gris, pegoteado y cercanísimo. Miraba hacia arriba y veía esa luz del afuera cada vez más chica, cada vez más lejos, cada vez más imaginaria.
La cabeza fija a los hombros pero dando golpes secos. La nuca agarrotada hacia atrás. Los brazos sin registro, las piernas perdidas pesando.
Duraba más tiempo del posible. Duraba, y yo ahí sostenida pero sin sostén, colgando del aro de mi ombligo, en capítulos descendentes, hacia los bichos. Quería dejar de mirar pero no podía, estaba morbo-obsesionada con registrar todo. Me dolía la cara y el vértigo de enviciarme con esa luz, y la manera en la que trataba de agarrarme con las manos casi fofas, y la seguridad de pegarme de espaldas contra un suelo verdoso y nuevo.

Toda esa presión en la cabeza y en el pecho. Y de repente: nada.
Sin sonido. Detención. Nada.
Espera, silencio, demasiado. Nada. Qué pasaba, flotaba, pero no había brisa, no había paredes, no había imágenes. Nada. Tratando desesperada, cerrar los ojos y nada. ¿Qué ojos?. ¿Liviana?. No, nada. O sí: horizontalidad. Esa era la única palabra.

Horizontal, tal vez suspendida. De a poco alrededor cosas. Despacio voces. Sin dolor: solamente una memoria física de agotamiento. Como una sábana muy pesada encima. Pronto frío. Espacio abierto, arriba cielo. Miedo e inquietud pero más que nada frío. Y desde lejos escuchar los chirridos de los duendes acercándose, los pasos marciales en ritmo, los golpes de metales. ¿Recuerdos? ¿Lanzas?. La araña gigante en el cortejo. Sin una botellita que me guíe. La ropa llena de barro. Querer gritar y como sin boca no emitir ni un soplido. Y suave sentir un toque de calor. En la frente, otra vez la presión, pero suave.
Mirar más que nunca hacia arriba sin buscar y verlo ahí.

Un segundo. Ver sus ojos y de repente todo otra vez a caer. Hacia abajo, hacia abajo, nos vamos, no te veo más. ¿Dónde estás? Te dije que no me dejes, no te dije nada, pero quería decirte: no me dejes. No me dejes por favor, estás ahí, me ves, yo sé que me ves. No puedo vivir más si no te tengo. Esos pelos blancos saliendo de tu cabeza como una fuente. Vi tus ojos y te vi moviendo las esferas de cristal a toda velocidad con ambas manos. Te vi verme y susurrarme que ibas a llevarte a mi hermanita y que yo iba a ser toda toda para vos. La reina, la señora, la dama de los duendes. Te oí, te seguí oyendo toda la caída.

Y me soltaste.
Me dejaste ir.

Me desperté No I don´t go, do not touch the skin pero quién puso esas palabras en mi boca, si yo quería quedarme, quería estar con vos ahí para siempre.

I had to see you again
Nunca voy a perdornarme haberte perdido si con todas las cosas que me están saliendo mal lo mejor que podría hacer es vivir con vos, con la lechuza esa revoloteándonos entre las casas.

viernes, octubre 14, 2005

Invitación para el domingo


Domingo 16 de octubre
18 hs.
III Encuentro de Lecturas
el interpretador
Dirección: Estados Unidos 308
San Telmo, Capital Federal
quedan todos invitados
¡y sí! venite con tu vieja!

martes, octubre 11, 2005

Libros de la infancia



¿Recuerdan esos libros que no se olvidan más? ¿Esos de lecturas voraces a la tarde? ¿De tomar la leche leyendo con el libro al lado? ¿Cuáles fueron para ustedes?

Para mí, entre otros:

El tigre de la malasia, de Salgari

Las minas del Rey Salomón, ¿de quién era?

El libro de los chicos enamorados, de Elsa Bornemann

La historia interminable, de Michael Ende

Los escarabajos mueren al atardecer, de María Gripe

Mujercitas, de Luisa May Alcott (y todos sus libros vecinos)

sábado, octubre 08, 2005

A veces

No sé para qué sigo teniendo este blog. No sé para qué escribo tampoco.

Lo que sí sé es por qué leo. Para condimentarme, para salir con una sonrisa ante relatos inesperados.

Hoy leí a http://extractosvegetales.blogspot.com/ y me encantó.

viernes, octubre 07, 2005

Alusueños #1

Soñé que era Jim Morrison soñando con los indios en medio del desierto. Sin pieles rojas, los míos degollaban yeguas y se tomaban la sangre chorreando del cuerpo tibio a borbotones.
Yo vestía pantalones de cuero y tenía el pelo largo largo larguísimo. Inclinaba la cabeza desde la cintura al piso y ponía un pie delante del otro como jugando al pan y queso.
Los indios prendían fogatas a mi alrededor y gritaban huinca-huinca. Yo quería deshuincarme tan rápido como pudiese y hacía equilibrio abriendo los brazos en avioncito.

Eran solo hombres y por detrás corrían caballos. Yo era Jim y por eso llevaba la camisa desabrochada. Era yo. Y estaba en tetas entre medio de ellos.
Uno me tiró del pelo. Fuerte. Muy fuerte. Me arrastraba y yo pensé qué bien que encendía mi fuego. Me empujó contra un animal y ahí salté.

Empezamos a cabalgar por la llanura. Esquivábamos todas las vizcacheras y nos seguía la tropilla. Íbamos a pelo. Se sentía suave y las crines eran firmes. Tomados del mismo cuello del caballo, levantando las caderas, en ritmo inverso y perfectamente acompasado con el galopar, cruzábamos sin error, hacia el sur.

Cada tanto nos pasaba otro jinete y decía algo. Yo no entendía, porque no era india, pero podía seguirlos en el galope cada vez más rápido. Sabía que entre ellos era la primera que jineteaba en cuero con tanto agarre. De pronto, era la más de a caballo, y las llamas de los pajonales: meros divertimentos. Todo naranja, todo fuego, enceguecía.
Cerré los ojos y me apoyé completamente en el animal.
Podía sentir su agitación contra mi piel, la transpiración del caballo y su tersura.

Al mirar otra vez, estaba frente a un lago. En la orilla: un automovil de color azul. El sol calentando los vidrios y dentro, la chica con boca llena de baba, pastosa, por la siesta inadecuada.

martes, octubre 04, 2005

Pastrón frío o pastrón caliente

Leyendo a Lola y su remembranza de los ritos me puse a pensar en una estúpida casualidad de ayer.

Luego de mi fin de semana alocado, vino el lunes, con su carga de trabajos, responsabilidad y compromisos asumidos. Después de la oficina, después de la escuelita, taxi a lo de mis suegros y festejo de año nuevo. Soy la única no judía invitada a la fiesta. Y una de las pocas en la mesa a la que le importaba tomarse un rato para aprovechar el rito y hacer balances para el año que viene, deseos de cosas nuevas, sensibilidad impostada pero distrutada también.

Más allá de las vicisitudes espirituales y emocionales, este tipo de reuniones tiene siempre un espacio preferencial para los malentendidos y las rencillas.

Ayer: la comida.
Mi suegra había cocinado la comida principal y distribuido las entradas con su cuñada y su madre pero algo en el canal de comunicación falló. El menú armado entre varias manos terminó siendo:
Entrada:
- ensalada de papas
- pastrón (de rotisería)
Principal:
- papitas al horno
- pastrón (casero)

Sí, sí. Como lo leen. Y lo mejor de todo fue que cuando mi suegra le preguntó a su cuñada por qué había traído esa entrada, aun cuando ella le había aclarado previamente lo que iba a preparar, la respuesta fue:
- Y bueno, papa con papa pega, pastrón con pastrón también. Además uno es frío y el otro caliente. Que cada uno elija.

Por mi lado, lanzando la encuesta psicológica más bizarra de Rosh Hashaná digo, a la hora de elegir, para mí sirvanmelo caliente.

lunes, octubre 03, 2005

Joven y alocada II

Parece que no aprendo. Porque en seguidita de la limazón del sábado, vino la del domingo.
Que así no sé cómo se supone que sea una chica seria, adulta, casi casada.
Que si sigo así me vuelvo al proyecto de vivir en comunidad y que los hijos, los esposos, las cenas y los bellos momentos los tengan otros.
Que pensé que no iba a afectarme lo de ver a los pibes de la secundaria, pero vengo con un arrastre de nostalgia y divertimento extremo que no sé cómo cortar. Verborrágica, más incluso que lo habitual. Me quedé sin voz. Me quedé sin descanso y casi me quedo sin conducta.

Y sí: el chico del que estaba enamorada a los 15 sigue siendo hermoso e interesante.

pd: mi novio es lo mejor del mundo pero cuánta vida que hubo antes...

domingo, octubre 02, 2005

Joven y alocada

Son las 5.35 de la noche. Estoy comiendo fetas de queso sin parar. Tengo una botella de agua helada sobre el escritorio. Acabo de llegar.
Fui a uno de los eventos más raros de mis últimos tiempos. "La cena de aniversario de 10 años de egresada de la escuela secundaria.
Nos juntamos y pareció que tuviésemos 17 otra vez. Raro, pero divertido. Aquí estoy desmadrugada a la vuelta y para un café.

sábado, octubre 01, 2005

con tanto sol



no se puede pensar en otra cosa...
aquí un intento frankestein de reproducir la vista que tanto amo.