Hormonas

Mañana de domingo y angustia en BuenosAires. En casa y en mi cabeza. Dos de mis mejores amigos tristes y yo triste. El fin de semana está brillante en la ciudad. Verde brillante y Sol brillante y como dice Fogwill eso es el sol -maldito- brillando.

Me levanté apesadumbrada, tediosa, complicadísima. No sabía por qué. Me llamó mi madre y me dijo que estaba densa. Pensé "es cierto". Tengo no uno sino dos trabajos que me gustan, un chico al que amo, una vista adorable, un buen año de verdad. ¿Entonces?. ¿Qué quiero?. Y empecé a recordar lo que debía leer, lo que debía corregir, el ppt para la oficina que tengo que armar, los folletos que no pedí, la dieta, la casa mugrienta...

Prendí la tele. Daban el GARAGETV.
Me encanta ese programa. Mi chico mira y dice "sos tuerca gorda eh". Le digo que no, que me gustan los autos tuneados y las carreras pero que no sé nada. Tuerca-tuerca no, "simpatizante" sí.

Nos sentamos a mirar la tele un rato. En eso, una carrera con autos antiguos y un viejito de ochenta años que vino de Alemania sólo para correr.
Lo miro a mi novio y le digo "estoy emocionada" mientras se caen unas lágrimas.
Empezamos a reírnos mucho. Mucho de verdad y yo lloraba al ritmo de "pobre viejito debe ser su última carrera".

Descubrimos que la fecha del mes tenía una insidencia demasiado determinante como para ser olvidada.