El fin de semana fuimos a ver Viviendo con mi ex una peli que esperábamos nos sacara cualquier tipo de depresión dominguera con su cuota de amor fácil, delgado y brillante.
Bueno, Jen está delgadísima y, al igual que con Nicole, me une a ella el sentimiento solidario de las que alguna vez fuimos desamparadas.
El personsaje de Vince - que parece ser ahora el que la consuela en "lo real" (linda palabra en este contexto, eh)- es el tipo gracioso que no me gustaría tener en casa.
Fuimos en grupo, estaba mi amiga L. a quien cuidamos mucho de las emociones porque viene sufriendo mal por su examor. Cuestión que empieza y todo lindo, al rato... dudas, miro a P., miro a mi primo, nos reímos. "Chau -dicen en susurros- L. debe estar hecha pomada".
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¿Alguien puede decirles a los sres. guionistas de Hollywood que cuando vemos "comedias románticas" queremos que sean eso?- ¡Nada de observaciones que rocen los vericuetos de la tragedia diaria del amor!
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Ayer a la noche otra baratija: Memorias de una Geisha copiada en dvd. Aaaaaaahhh... esas son las pelis que queremos ver para sacarnos la depresión dominguera. Japón de cotillón, ramas de cerezo, hermosas mujeres que bailan como cisnes, como pañuelos de seda. Seda de colores. Escenas de colores. Amores que atraviesan todo, aun la guerra...
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