Hombres de Jueves

JP me vino a buscar y me llevó. Aguantó mi charla y después mi silencio.

P. me bancó durante toda la clase, en el primer día de exposición puánica, el día máximo de fobia social.

S. llamó justo cuando el teórico se iba al tacho.

C fue alumno y tiró afectuoso abrazo al final.

P. radiante por su nueva condición graduativa se pasó y pasó. A buscarme. Me acompañó con un café bajo el lema: "bancamos el primer día pero no te malacostumbres".


Con todos estos hombres, cada uno con lo suyo, los nervios (y la vida) se hacen mucho más pasables.