Hay días

...que uno siente más o menos nostalgia.
A mí me torran los estudios que se basan en la teoría del género pero no por aburrido algo es menos cierto.
Lo que quiero decir es que más allá de lo choto que puede ser hablar de lo femenino hay cosas que sin duda empujan el accionar-sentir-pensar femenino. Si lo hemos aprendido, si está en la cultura, en las hormonas, en las fotos de nuestras madres, poco importa.
Hay días.

Y hoy le dije a P. que quería tener una tribu de niñas como hijas, él se quejó de que gracias a ese comentario solo tendríamos pibes jugando a la pelota, pero como es todo teoría no es grave.
Hay días y hoy extraño.
Días de extrañar. Días de no saber qué hacer con todo el cariño que hay adentro. Días de A, de L, de M. Me admiro de la tolerancia. Cartografías del amor en el propio cuerpo. ¿Cuánta gente cabe? Hablo de mujeres. Estrictamente de mujeres. Hay días de hombres, de no aguantar del amor a los hombres, pero hoy hablo del amor de mis mujeres.
Mujeres como A, como L, como M. Están ahí, son como ángeles, como diosas. Respiran mi mismo aire o el más distinto. Se pintan de pastel o de brillante. Me aburren a veces con sus problemas, las aburro yo con los míos. Pero entienden que tal vez sea importante recibir cuatro veces la misma información con un detalle nuevo en cada caso.
Y no me importa, no me importa nada ser cursi cuando están ellas.
En algún lugar, en Argentina, en España, cerca de casa, en el laburo o solamente en mi corazón, hay espacio.