¡Nada a interpretar ni a significar, pero mucho a experimentar!. Deleuze / Guattari "Rizoma"

lunes, junio 12, 2006

La escritura y el ánimo

Supongo que cuando tenía diez años y quería ser bailarina del Colón no me imaginaba domingo tras domingo sentada en un bar, Pablo delante con su libro y yo corrigiendo pilas imposibles de trabajos. Como si importara. Incluso llegando al extremo alienado en el que sí me importa.
Tiempo.
Tiempo que se cobra, que se paga. Siempre llego tarde, a todos lados. Siempre estoy corriendo. ¿Es el tiempo o soy yo?. Retomar las tareas, decía Lola, y yo pienso "siempre estoy retomando, en medio de alguna cosa atrasada que no deja de pesar".

Neuro-activa duermo poco. Demasiado poco tal vez. P. dice que tengo que comprarme anteojos. Me estoy mareando bastante al corregir. A la noche siguen doliendo como si estuviesen abiertos. Intento recordar canciones. Cantarme canciones en la cabeza. Aserrín aserrán... Los maderos... Vamos, vamos, Argentina. I want to thank you for best day of my life. Todo lo que escuché hoy, ayer. Hoy, mañana.
Suena el despertador. Son las siete ¿por qué son las siete ya?. Me acosté hace un rato. Los papeles sobre la mesa. No llego, otra vez no llego.

Así todo atrás de los vidrios el sol sale de a poco, los edificios grisáceos se cortan con fuego en los bordes. La palabra "iridiscencia" cobra sentido corporal. Un abrazo grande, el agua lista para el té. Mucho antes de lo que pensaba el humor cambia. Ya está: empieza la semana.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es lo que tenés que hacer para empezar la semana: cargar pilas cantando en voz alta.
Ah, ¿que? ¿No lo hacés?
¡No sabés lo que se gana!

DF dijo...

Hubo un tiempo en que yo empezaba la semana esperando que se termine. Hoy lo desrecomiendo, suele pasar que cuando realmente se termina no comprendo cómo se pasó tan rápido.
Ahora ahogo las penas de la semana abrumadora caminando lo más que puedo. Caminar y cantar, caminar y cantar. Pruebe, Ine.