¡Nada a interpretar ni a significar, pero mucho a experimentar!. Deleuze / Guattari "Rizoma"

viernes, marzo 10, 2006

Hablar o Callarse

¿Cuándo fue que me convertí en la pájara parlanchina que soy?. ¿Fue cuando mis padres me llevaban a cuanto evento social tuvieran y me dejaban ahí "en el medio", "charlando con los grandes"?.
Con mis tres o cuatro añitos escuchando lo que decía mi tío Pupi, los chistes verdes que aun no podía entender, escondiéndome en las piernas de mi tía Alicia. La familia de mi mamá, los tanos cantantes y fanáticos de la opera. Todos músicos y borrachos. O en la casa de mi abuela Yaya con las peleas políticas, todo el cuadro completo del peronismo, desde la FAR hasta mi abuelita casi lopezreguista. Por allá y por acá, por todos lados palabras. Ellos hablaban y yo así, como quien no quiere la cosa, empecé a participar.
Mis padres son opinólogos. Es un hecho.
Y yo terminé amando la palabra por sobre todo lo demás.

Charlatana.
Es una descripción con acepción despectiva. Derivadora. Chanta. Mentirosa.
No es ese el camino más usual, aunque lo he recorrido también, en su máxima expresión mi particular hablarismo se transforma en una actitud "sincericida".
Torpe. Eso sí, poco hábil, porque el amor a la conversación que fluye va más rápido que mi mente.

Así es que lo que más deseo es aprender a callar. Callarse, guardar, retener, incomunicar. Ser receloso de lo propio. Todo eso me encanta. Me fascinan las personas misteriosas, escurridizas que dicen solo lo justo en el momento justo.
Yo sueño con ser así, algún día. Pero la adiposidad verbal se multiplica. En volutas, redondeces. Viene con aceto, con aceite de oliva, lo meto al horno y me lo como. Nada de ojeras violaceas y románticas pestañas.

Me vestí de negro con tachas un tiempo en la adolescencia, pero me parecía más a Pappo que a Winona.
¡Y cuanto quería ser Winona!. Vivir con Eduard Scisor'shands en la penumbra de El Extraño Mundo de Jack. Usar las carteritas de ETS y llorar siempre contra una ventana en la que se ve la luna.

Callarse.
Ser silenciosa.

Y pasó que luego del final -ya está, salió bien- el stress acumulado colapsó y a la noche comencé a sentirme rara. Los oídos, la garganta, la nariz.
La mañana siguiente el resfrío estaba desatado y yo decía "no me sienten la voz tomada". "No, para nada" dijeron madre y novio. Y qué pasó, yo seguí, como siempre, en mi canturreada constante habitual vida de palabras. Empezó el año en la Escuelita, empezó todo y más y más dolor en mi garganta.

Ahora sí la voz más tomada, se notaba, carraspera, tos.
El miércoles: afonía. Afonía grave.
Ayer: casi mudez. Y mucho dolor. Vino el médico y dijo que era stress y que tenía que hacer reposo vocal.

Aquí estoy, con otras palabras, muda de sonido.
Ahora siendo yo.

9 comentarios:

Santi Silva dijo...

Mientras las palabras sean palabras,
así escritas como cantadas,
vos siempre vas a ser vos.
Y eso no lo cambia NADA.

Al menos, yo no. Y así lo quiero.

marina k dijo...

Ine, yo te quiero así
y desde mardel
me siento identificada con tu post.

te quiero
besos
maru

JB dijo...

yo siempre hablé de más, también hubiera deseado ser callada y misteriosa pero dudo de que nunca lo logre. supongo que la gente nos quiere así.

que te mejores pronto
besi

Nessie dijo...

gracias amigos!! JB, Lola, San ti, qué lindos mensajes, en un mundo casi sin voz lindo escucharlos ;)

Fideos con manteca dijo...

che, ¿el tano que dijiste por tel cuando estaba en lo de rex, es el tano del bar "solar"?

Fideos con manteca dijo...

bueno, es una boludés, pero llamaste una vez a lo de Juan I. y le dijiste que me dijera si conocía a alguien de palomar llamado sebastián, y que le dicen "el tano". me acordé de eso, y pensé que capaz que era ese. dijiste que laburaba en plate y que habían muchos nazis.
No sé, me colgué con eso, y hoy me acordé y ahora te lo pregunto.

Nessie dijo...

FCM.ahhh... no, no. Yo te decía del bar alemanote para ubicar la plaza, que era sin dudas Plaza Plate. Así le decían a mi ex cuñado: Sebas. Un divino total que es alfarero y tenía un local de alfarería y plantas ahí en Plate.
Curtió mucha noche el Sebastián ese...

DF dijo...

Ay! Sufrimos de lo mismo mi amiga querida. Te cuento que una estrategia que me funcionó bastante fue contar hasta diez antes de decir algo. Dos de cada tres veces, diez segundos después ya no me parece tan importante decir lo que iba a decir.

Nessie dijo...

Di: sí, esa podría ser una... pero no es lo que yo deseo, porque eso sería "reprimir" lo que me surge y yo más bien decía si uno pudiese por un rato ser otro y no querer decir nada, sin contar, sin callar. Estar en silencio, que es tan lindo...