¡Nada a interpretar ni a significar, pero mucho a experimentar!. Deleuze / Guattari "Rizoma"

martes, febrero 28, 2006

Decisiones: VEDA ESTUDIANTIL

Amigos:
este blog está bajo
período de veda estudiantil
hasta el 6 de marzo inclusive.

Motivo: Literatura Argentina II, cursada 2002, la última de Bety Sarlo.

pd: decidí no ir a ver a U2 y eso que es mi banda favorita. sí, con la entrada comprada hace dos meses...en fin, la carrera tiene que acabar tarde o temprano ¿no?

miércoles, febrero 22, 2006

Cambio obsesividad fallida por disciplina

Dijo Ana María Shua: "La disciplina son las repeticiones de abdominales."


En un reportaje en el suplemento Mujer de Clarín. Para leerlo: http://www.clarin.com/suplementos/mujer/2006/02/21/m-00811.htm

lunes, febrero 20, 2006

Feliz domingo: un programa hecho con...

Estuvimos de aniversario y yo, que trataba de endilgarle a P. las más feas carencias mnemónicas, me llevé puesto el orgullo y salí ganando un paseo inesperado.
"De sorpresa", y a instancias de una pequeñísima pero no menos molesta pelea prefestejo, me encontré en el auto, un domingo por la mañana, viajando hacia lo más verde de nuestro extenso país de soja, hasta que en una de esas "esquinas" del camino, girando a la derecha, veo esto.

Y me quedé hasta hoy, mañana laboral en que volvimos a la capital, sintiendo que esta vez me habían tratado como a una verdadera princesa rural.

lunes, febrero 13, 2006

La obsesividad me está fallando

Luego de un paseo por la costa pinamarense este fin de semana empecé a valorar todos los tratamientos anticelulitis con más entusiasmo.
Mi contacto con la arena fue en estricta pollera y/o short y consistió en una horita en la carpa de mi jefe y su familia, para al otro día completar con 45 minutos de trote con lluvia incluida. El resto del tiempo básicamente leímos. Habíamos ido más para laburar que para descansar, pero la idea era que el contexto playa-pinos iba a hacernos más fácil la tarea.

P. logró concentrarse e instalar la pc los dos días. Avanzó bastante con su trabajo profesional, una suerte de tesis que le queda para obtener el cartoncito que lo habilite para firmar “ing.”. Yo maso. Leí el Clarín entero, ojeé la Ñ. Un poco de “Borges en las orillas”. No sé bien qué hice pero ni chicha ni limonada.

Ok. Hay algo que se viene prolongando desde hace quince días. Son básicamente dos cosas (o tres) que me están costando mal de mi rutina.
Nro.1) Levantarme temprano –con su corolario: Ver menos tele y acostarse antes y
Nro 2) Comer sanamente y cumplir mi dieta.
La tercera cosa está íntimamente relacionada con la Nro. 1 y es, nomás, el ya afamado “estudio” que tan lejano ha quedado y que poco pude conseguir en la salida del fin de semana.

Algo bueno hay en todo esto y es que cuando me relajo, me relajo. Sobre todo con amigas. El jueves pasado fue uno de esos momentos. Y repito las palabras de la poeta: Mujeres, fuego, potencia y bienestar. Amén.

Eso sí: mezclar ensalada con vino tinto (bastante) es algo que debería poner en mi lista de lo que hay que evitar un día de semana.
El viernes, día sándwich entre la cena y el viajecito, fue un día inexistente. En blanco.

De una perfecta y completísima resaca.

miércoles, febrero 08, 2006

Desfasaje

Entre mi voluntad y mi realidad.

Todo lo que me propongo viene saliendo levemente deforme.
Qué suerte que no estoy embarazada este mes.

lunes, febrero 06, 2006

Evidencia del vacío: otro post

¡Hoy es un día!
Y sí, qué va a ser, una noche, sin son las 4.27 post meridiano. Hay sol, hay mucho sol. La puta, ya saben todos lo que me afecta el sol. Para bien o para mal me afecta. Más cuando es lunes, estoy traduciendo una página brasilera increíble para mi jefe y chau, es portugués, es praia, es aquel verano en el que empezaba a ser soltera, es aquel otro en que empezaba a enamorarme y el último año nuestra casi luna de miel. Es Brasil y extrañar Rio, un segundo hogar por elección. Esa combinación imposible de mar y montaña. Y nada, no puedo concentrarme con todo el mar en la cabeza. No puedo concentrarme con toda la web en la pantalla. Y hoy más que nunca odio la literatura, la odio mal, estoy harta de nuestras rencillas estúpidas, de nuestras pequeñas viditas mediocres, a veces me agara así mal la intuición de que o volamos todas nuestras costumbres inútiles de una vez a la mierda o vamos a seguir siendo así "medianos" por el resto de tiempo que el sol nos de.

Ayer estuve en lo de Lau y Lalo venía de La Habana, y los amigos, y el pasado, la familia, todo Cuba, allá. Todo que se desmorona y las fotos "esta es la Sierra Maestra" y preguntar por el espíritu revolucionario y ya la frase era un oxímoron y Lalinho que contesta ¿qué?, ni en pedo fuimos recaretas, returistas.

Y nada, no sé, en qué vamos a creer. Qué hacemos.
Tengo ganas de ponerme a tener hijos y juntarme con los hijos de mis amigas y en una isla y un mundo nuevo pero sin mí, porque yo seguro que la cago al tercer o cuarto día.

Estoy más que harta hoy y no veo la hora de que se acabe el día.

Travestirse

luego de haber escuchado, en los últimos tres días, por motivos varios: pendevieja, vitalista excesiva, desubicada, cansadora, abandónica y otros bellísimos adjetivos en referencia a mi agobiante persona reconozco que muchas pero muchas veces me gustaría ser alguien que no soy.

a los demás: ustedes pueden cambiar de canal y no verme, no llamar, no escucharme, por el contrario yo tengo que lidiar con estas limitaciones todo el santo día y por los siglos de los siglos

viernes, febrero 03, 2006

Chicos de 18

Para evitar el trabajo, que esta semana tiene cara de traducción, estuve webeando: mirando cosas.
Entré en las páginas de unos alumnos y ahí empecé a linkear, un fotolog, otro fotolog, un tercer fotolog. De pronto un fondo rojo. Fotos de un bar, de una banda, de las vacaciones de esa banda y otras tomas de un posible disco, de grabaciones, de ellos sonriendo y otras de borrachos ante la cámara. Chicos con pantalones anchos, remeras con bordes negros, anteojos, pelos despeinados. Nenes lampiños pero serios, haciendo de malos, de roqueros, como disfrazados casi, con esos tatuajes estrenados.

Entré en todas las que había, leí los comentarios, armé asociaciones.
Me di cuenta de que estaba fascinada y mi primer pensamiento fue: qué lindos.

Qué lindos son los chicos a los dieciocho, cuando saben que ya van a crecer, y no quieren, y se saben feos, aunque en el fondo sienten su propia belleza desparramándose por ahí. Qué lindos cuando cantan y creen que tal vez un día sean famosos o cuando escriben o cuando lo que sea, porque saben que falta mucho todavía, o ni lo saben. Nada saben, porque no les importa saber. O creen saber todo y no miran más allá porque el viaje ese que hicieron es lo más importante que tuvieron y se pelean con sus padres por lo poco que entienden la emoción de la experiencia.

Miro esas fotos, con ojos codiciosos, evaluando la ropa, las poses, las bocas. Imagino la voz del cantante. Aniñada. Me acuerdo de una fiesta, hace poco, en la casa de mis primos, en Pedraza. Y los chicos que gritan “¡ella es la prima del Chacha!” y se matan de risa y uno viene y me dice –li te ral men te- “esta fiesta está llena de extranjeras y yo estoy más excitado que nunca”.

Me lo cuenta. Como se le cuenta a un amigo, a un par, o a un espía. De más lejos llega el apodo “es la tía”.

Yo soy la tía.
Claro que no soy tía.
Esa misma fiesta podría haber sido otra y podría haber sido la extranjera, en otro tiempo, con otros pibes. Pero ahí era la tía, y me reía con ellos como con los alumnos en el aula. Distante. Del otro lado de la pantalla, mirándoles el pelo, las manos, viendo cómo me alejaba más y más del cuadro del deseo.

jueves, febrero 02, 2006

Ex-amor

Un escritor que conozco me dijo: los blogs de las chicas son todos parecidos.
Las chicas no pueden parar de hablar de amor.
Era un prejuicio, pero que se deja leer. Un prejuicio con testimonios de su lado.

Odio alimentar esa misoginia, ese común denominador de la chica sensible, del universo emotivo del que se debe ser parte como una marca de género. Lo odio y lo reproduzco, que es como la culpa burguesa en su estado más puro.

Hablábamos con S. de lo que Lola había escrito y de la charla que ellos habían tenido. El fin del amor. El desgaste del amor. El acostumbramiento del amor.

Comentaba cada uno sus experiencias y sus pensamientos, cosas que están insoportablemente unidas y no llegábamos a ninguna conclusión, salvo a la evidencia del paso del tiempo y sus efectos en nosotros.

Y sí que pasa el tiempo.

Hoy recibí un mail de mi ex-novio. Alguien a quien me gustaría llamar amigo, con toda la carga sagrada que esa palabra tiene pronunciada en bastardillas. Alguien que está ahí aunque no esté, que comparte a su modo, a la distancia, ciertos relatos, cierta cosmogonía común. Unas creencias y unos gustos que más que unirnos en el pasado nos sobreviven, más allá de nuestra relación, más allá de los otros a los que amamos luego. Un universo amoldado que persiste y del cual son parte todos los demás sin saberlo.

Él fue el primer amor. No el primero primero, pero sí el más fuerte, el más soberano. Y, probablemente, el más soberano de todos los amores que tenga en mi vida. Porque más tarde elegí no poner a ningún rey en mis creencias. Elegí desbancar, descreer, sentirme sola.

Recién después de ese desarme pudo venir el encuentro con otros. Y mucho después el amor. Otra vez.