¡Nada a interpretar ni a significar, pero mucho a experimentar!. Deleuze / Guattari "Rizoma"

martes, mayo 24, 2005

la Muerte

Che, qué loco es no trabajar en el trabajo-
A veces disfrutarlo, por qué no, y a la vez la adrenalina estúpida de oficinista que sabe que si no termina ahora lo que tiene que terminar tendrá que correr desesperadamente y cargar la laptop a casa para terminar lo que de una vez debería haber encarado en el horario acordado por el cual le pagan y no deja de buscar excusas para no concluir con la tarea.

Convengamos en que el solcito porteño a mediodía, el cafecito postalmuerzo, la radio sonando y esa tarde que se escapa por esta ventana de altura doce no son buenos amigos de la tarea cotidiana y apurada.

Convengamos en que en internet uno se pierde, encuentra amigos, mete la pata, sigue buscando, se pierde de nuevo, se pelea con los mismos amigos que había encontrado, se queda solamente uno, otra vez, buscando... ¡Hasta que el reloj del monitor nos recuerda BASTABASTABASTA! "Deberías estar escribiendo el curso por el que van a pagarte".

Mi monitor me habla muy seguido. Me dice cosas como: "Kitty es una calcomanía que no deberías tener a esta edad", "El servicio de conexión a internet que pagás es una mierda como bien lo indica su contestador telefónico siempre sonando", "el calendario, como otras costumbres de la cultura occidental no sirven más que para confirmar que estamos -lentamente- caminando hacia el fresquito patio de la muerte". ¿Qué más? ¿qué más?. Me dice "Pagos pendientes" y me dice "estos disquettes que apoyaste acá encima mío se van a pudrir de aburridos por falta de uso".

Todas esas cosas me dice mientras miro por entre las rendijas de la persiana, a medio bajar, y otra vez esa ventana, de la que ya hablé mucho. La ventana que pronto voy a extrañar con pasión desenfranada. Porque nos mudamos. Mudamos la oficina después de doce años (yo estoy hace ocho). Esta oficina toda blanca, con esta vista absolutamente increíble, con los mejores atardeceres urbanos que vi en esta querida ciudad.

Y uno se pregunta ¿al final para que me sirvió abandonarme en internet si me perdí de mirar por horas esta postal increíble que tanto voy a extrañar?... Hubiese sido otro modo de evitar el trabajo al fin y al cabo.

No hay comentarios.: